Un jefe temperamental puede poner a todo el equipo de trabajo en jaque, especialmente cuando nadie sabe con qué estado de ánimo vendrá a trabajar y lo que esto causará en toda la oficina. Mientras descifras por qué es temperamental y por qué se desquita con el personal, puedes hacer algunas cosas para mejorar tu situación.
Reconoce que no puedes cambiar a otra persona. Para tratar a un jefe temperamental debes cambiar tu modo de reaccionar ante esta persona, pero también debes ponerle límites de forma firme para que se vea forzado a admitir que no cambiarás tu forma de pensar (de forma educada, por supuesto). Aunque pienses que estar a la disposición del mal humor de tu jefe es muy difícil, vale la pena el esfuerzo de hacerte valer y de protegerte del carácter imprevisible de tu jefe para que puedas hacer tu trabajo y evitar caer en sus malas jugadas.
Pasos
- 1Identifica lo que puedes y lo que no puedes cambiar en el área de trabajo.Todos los días tenemos que tratar con personas que no son necesariamente de nuestro agrado. El área de trabajo es un microcosmos en donde tenemos que llevarnos bien con personas de diferentes ámbitos, sin importar su personalidad. Entonces, no será raro ver a un jefe temperamental, debido a las constantes presiones que tienen los jefes. Por esa razón, lo que no puedes cambiar es a tu jefe o su estado de ánimo; el único que lo puede cambiar es él mismo después de un fenómeno milagroso y tal vez ese momento nunca llegue; así que, no lo sigas esperando. Lo que sí puedes cambiar es tu respuesta ante el estado de ánimo de tu jefe y la forma en que te impacta. Si decides tomarlo personal, será más difícil y menos agradable trabajar con él, pero si decides verlo como una persona con cierto temperamento y que puede enojarse con cualquier persona a su alrededor, será mejor. Al reconocer que no puedes cambiar a tu jefe, pero puedes tomar una perspectiva realística, habrás dado el primer paso para mejorar tu propia situación.
- 2Define el humor variable. El humor variable es un término justo e indistinto que es muy fácil de aplicar, pero no de describir. Intenta describir lo que piensas que es un jefe temperamental, para que puedas usar mejor este término. El humor variable puede provenir de una variedad de rasgos y comportamientos, incluyendo la depresión, la ira, la manipulación, la inseguridad, el miedo, la maldad, la enfermedad, la crisis de la edad madura, la pena y así sucesivamente. Obviamente no es tu responsabilidad adivinar los motivos personales o las necesidades ocultas del humor variable de tu jefe, pero si es necesario distinguir entre el humor variable, como un rasgo de la personalidad en general, y el humor que manipula e intimida. En caso de maldad y de intimidación, básate en los procedimientos laborales y en los derechos legales para enfrentar a un jefe que intimida. Para los otros casos de humor variable, necesitas usar tus propias estrategias para trabajar, pero sobre todo, para "relacionarte" con tu jefe temperamental.
- No absorbas el dolor ajeno como si fuera un ejercicio diario. Estás en el área de trabajo, no en un santuario de sanidad ni tampoco eres el responsable del dolor ajeno. De la misma forma, sé objetivo cuando evalúes cualquier comportamiento que consideres intimidatorio; evita acusar a las personas de intimidar, sólo porque las cosas no se hacen como te gustaría que se hicieran.
- 3Ya no envidies las jerarquías. Un problema importante en muchos lugares de trabajo es su estructura jerárquica; esto simplemente significa que algunas personas siempre están arriba de otras. Esta estructura tiene su propia preferencia incorporada en contra del jefe, porque los trabajadores suelen mirar hacia el jefe y pensar negativamente: "él es el jefe, debe ser (o hacer) esto o aquello", "el jefe debe saber más", "el jefe no me está ayudando, es un tonto temperamental". Pregúntate de dónde vienen tus expectativas; si no has estado en el lugar de tu jefe, será muy difícil saber lo que se debe hacer en lugar de hacer lo que se está haciendo, desde una perspectiva gerencial (aparte de los aspectos técnicos y creativos). A menudo, el jefe está bajo presión por las quejas del personal, por la presión del rendimiento, por sus propios jefes o por la junta superior. Cuando entiendes que la jerarquía crea situaciones donde es probable que un jefe se comporte como una olla de presión, podrás añadir más comprensión y compasión a tu evaluación constructiva de la situación, sin menospreciar tus propios intereses.
- 4Mantente saludable y bien descansado. Es más difícil tratar con otras personas cuando no has dormido bien, cuando tienes hambre, cuando estás desequilibrado nutricionalmente y cuando no te has ejercitado. Fácilmente puedes empezar a ver el mundo a través de un círculo muy pequeño en donde el trabajo se ha convertido en toda tuvida, cuando debería ser parte de tu vida. La importancia del ejercicio diario, los patrones regulares y saludables de sueño y una alimentación nutricional deben ser prioridades antes de tratar con personas difíciles porque tendrás un mejor juicio, te sentirás fuerte en cuerpo y mente y no serás presa de los miedos que aparecen progresivamente por sorpresa cuando estás cansado, abatido y cuando no te sientes bien.
- 5Evita ser un cobarde o un copión. No te involucres con tu jefe al decirle sí a todo o hacer lo que sea para sobrellevarle sus humores. Al principio funcionará, pero no resolverá nada y saldrás de allí resentido, amargado y comenzarás a quejarte. Prepárate para enfrentarte a tu jefe firmemente cuando la situación lo amerite. La sana retroalimentación y la resolución del conflicto son partes importantes en la producción de buenos resultados y en la disolución de malos entendidos. Si sientes que tu creatividad, capacidades, habilidades o hasta tu personalidad se está asfixiando por tranquilizar a un jefe temperamental, ¡entonces es tiempo de tomar acciones!
- No te escondas de tu jefe para evitar posibles estallidos de humor. Esto te hará temeroso, te hará estar al acecho y te preocupará cuando tu jefe llegue de sorpresa. En lugar de eso, siempre mantente listo para defenderte, discutir tu punto de vista, de forma educada, y de señalar los hechos (consulta las sugerencias para mantener un registro, más adelante).
- Dale un momento de respiro a tu jefe si de repente tiene un estallido de mal humor. Tratar de arreglar las cosas lo empeorará; cualquier persona que haya perdido el control necesita un momento a solas para ver lo que ha hecho, especialmente si ha ocurrido frente a su personal subalterno (o de cualquier persona).
- 6Escucha con atención. A veces somos el enemigo que tratamos de evitar porque no escuchamos con atención. Cuando no escuchamos con atención, comenzamos a asumir, a interrumpir, a alejarnos y a hacer nuestros propios planes mientras nuestro jefe habla de algo completamente diferente. Para un jefe temperamental, esto puede empeorar las cosas porque llamarle la atención al personal por algo que no se ha implementado por falta de escuchar con atención y porque después causó un millón de preguntas obvias, puede contribuir a desencadenar más cambios de humor. No, tú no eres el responsable por el malhumor de tu jefe, y sí, tu jefe debería controlarlo, pero de la misma forma, tampoco hay que frustrar a otra persona por la falta de atención al escuchar y como resultado la falta de seguimiento y consolidación.
- 7Anota todo. Ser temperamental significa tener un carácter imprevisible, por eso, respaldar tus propias formas indiscutibles de defensa es esencial para que puedas responder a las acusaciones por no hacer lo necesario. Al mantener un buen registro de lo que tu jefe te ha pedido, incluyendo las clarificaciones, extensiones, cambios, etc., en tu programa de trabajo, puedes proveer las pruebas necesarias cuando tu jefe pierde los estribos y trata de arrastrarte con él. No es tu trabajo evitar los cambios de humor, pero sí es tu trabajo probar que tenías varias expectativas que cumplir y que las has cumplido como se te pidió.
- Mantén todos los registros escritos e impresos. Cuando estés en un debate oral, al terminar, escribe los puntos principales en tu agenda para que los puedas recordar fácilmente. Incluso, algunas personas escriben las cosas que tiene que hacer en un correo electrónico y se lo envían a su jefe con un adjunto llamado "entonces, esto es lo que voy a hacer de acuerdo a nuestra conversación". El beneficio de hacer esto es el sello fechador y la clarificación de las tareas o expectativas. Si tu jefe no lo lee, mala suerte, al menos se lo enviaste.
- 8Interactúa con tu jefe con firmeza. Tienes el derecho de poner tus límites en el área de trabajo. Esto significa, aclarar las cosas de manera educada, pero directa, cuando las cosas no estén bien entre ambos. Por ejemplo, si tu jefe temperamental te está gritando por algún trabajo que has hecho, en lugar de gritarle también, simplemente dile firmemente que regresarás para hablar sobre el trabajo cuando ambos se hayan calmado y hayan podido pensar un poco mejor. O, si te sientes obligado a quedarte allí sentado, mantente tranquilo y confiado y cuando haya terminado el malhumorado discurso, simplemente dile "gracias por sus observaciones; las consideraré todas detalladamente y le daré una respuesta por escrito". El hecho de que ambos estén todavía calmados y lo suficientemente serios para tomar nota de lo que está pasando podrá hacer que tu jefe vea la gravedad de su comportamiento en ese momento. Y aunque no lo vea, habrás dicho lo que piensas hacer, incluyendo hacer un registro por escrito de lo sucedido y que no te has rebajado a imitar o repetir su histeria.
- Ataca el problema, nunca a la persona (tu jefe, tus colegas, tus clientes, etc.).
- Usa tus evidencias y lógica cuando tu jefe temperamental se desvíe hacia un montón de alegaciones o discursos malhumorados.
- Evita acusarte, alegarte y darte una resolución terminante a ti mismo. Esto molesta a cualquiera, temperamental o no e incluso, si tu jefe usa estas tácticas, no las uses tú.
- No discutas con tu jefe hasta que tengas todas las pruebas necesarias. Mientras te defiendes, es importante que te relajes y si no tienes las pruebas a la mano, esto puede hacer que tus respuestas parezcan discursos malhumorados ¡como los de tu jefe!
- 9Evita convertir la inseguridad de tu jefe en tu inseguridad. Un jefe inseguro (y a menudo temperamental) que necesita la constante aprobación es un problema, y ya que hay varias personas así en el área de trabajo, necesitas aprender a tratarlas. Un jefe así puede acosar a alguien que lo haya menospreciado o defraudado, aunque esta persona no lo haya hecho a propósito. El riesgo de tratar con este tipo de jefes temperamentales es que tomas sus inseguridades y las haces tuyas. En lugar de hacer eso, pregunta, aclara y corrobora que hayas hecho tu trabajo lo mejor posible, y que mientras estés dispuesto a aprender a mejorar, no eres el único responsable de los resultados del equipo de trabajo ni tampoco el último en revisarlo. No dejes que un jefe inseguro cuestione tus habilidades.
- Si tu jefe sobrepasa tus límites y difama tus habilidades, busca un buen curso para actualizar tus habilidades y cuéntale a tu jefe que después de la "pequeña discusión" que tuvieron, piensas que te podrías beneficiar si asistes a ese curso. Será una dulce victoria si logras que te entienda la indirecta.
- 10Sé humilde cuando analices lo que haces y reconoce cualquier cosa negativa que hayas hecho en el área de trabajo. Impacta al sistema tanto como puedas, piensa en las formas como contribuyes para que tu jefe se ponga de mal humor. ¿Tus colegas están de acuerdo contigo o simplemente están en desacuerdo con tu inconformidad? ¿Te respetas a ti mismo, crees que el trabajo que haces es bueno y que tus habilidades son fuertes? ¿O te sientes inútil e incapaz de tomar el control de tu trabajo y por lo tanto descargas tu enojo con los demás? Por lo menos sé justo y considera esta posibilidad antes de descartarla.
- 11Fortalécete. ¿Existen cosas que no puedas y que no te sientas completamente consciente o capaz de hacer? De ser así, fortalécete actualizando tus habilidades, aprendiendo nuevas formas de hacer las cosas y mejorando tus métodos de trabajo. Averigua si tu patrón puede cubrir los gastos de estos mejoramientos personales. Y ya que esto no cambiará el mal humor de tu jefe, la disposición de optimizar, cambiar y mejorar ganará su respeto, aunque lo haya hecho a regañadientes. Y definitivamente te llevará al siguiente paso, si fuera necesario...
- 12Vete. Aunque tu jefe necesita volver a educarse, esto no pasará de la noche a la mañana, y posiblemente tampoco durante el tiempo que trabajes en ese lugar. Tienes dos opciones: ser miserable por esa situación o hacer algo para mejorar tu calidad de vida. Si lo que te sugerimos anteriormente te ayudó, fantástico. Sin embargo, a veces las circunstancias en donde estás son tan fuertes que no puedes trabajar apropiadamente y el rendimiento laboral se ve afectado. En ese caso, la solución puede ser cambiarte de trabajo o empezar tu propia empresa. Esa decisión no es fácil de tomar y a veces ni siquiera es posible pensar en tal cosa porque te atemoriza. Cambia tu situación poco a poco, pero por lo menos considera esa posibilidad; siempre enfócate en lo que quieresobtener de la vida, en lugar de pensar en lo que el trabajo está obteniendo de tu vida. Tú tienes el poder.
- 13Ten sentido del humor. Aun un jefe temperamental necesita reírse de vez en cuando. Esto rompe el hielo, alivia la tensión en la oficina y permite que otros compañeros de trabajo lo vean menos intimidatorio y más accesible.
Consejos
- La maldad y el comportamiento abusivo tienen un efecto contagioso que poco a poco se filtra en el área de trabajo. Una vez que lo hacen los jefes superiores, los demás siguen su ejemplo. Al reconocer lo que está pasando, ya estás un paso adelante de ellos. Cuando te das cuenta de que puedes rehusarte a participar en eso, empiezas a hacer un cambio, muy pequeño, pero grande en la propagación de este contagio.
- En algunos trabajos ya se ha definido exitosamente una estructura horizontal en donde todas las personas tienen voz y voto en lo que sucede en el área de trabajo. Ahora bien, puedes buscar un área de trabajo donde el jefe y el personal tengan el mismo nivel de interacción, o puedes inclinarte a favor de estos cambios dentro de tu propia organización. A veces, enfocarse en algo como esto te devolverá un sentido de propósito que sentías haber perdido.
- A veces te sentirás mejor de tener a alguien a un lado cuando discutes con tu jefe los problemas laborales. Esto puede ser suficiente para tranquilizar a un jefe temperamental porque hay un testigo presente. Nuevamente, esto tal vez no hará nada más que ponerlos de malhumor a ambos, pero al menos te sentirás igual en números.
Advertencias
- Algunos te aconsejarán aguantar el comportamiento de tu jefe y que cedas para llevarte bien con él. Ese es un consejo que te puede dejar varado y desamparado. Llévate bien con tu jefe mientras no reduzca tu autoestima y mientras mantenga una armonía constructiva. En cuanto empiezas a ceder ante tu jefe, empiezas a impactar de forma negativa tu rendimiento laboral; recuerda que hay procedimientos laborales que están de tu lado y que el área de trabajo es un entorno público, así que, no hay lugar para un jefe temperamental.
- Recuerda que, resignarse a ser una persona con un comportamiento débil en el área de trabajo pronto te llevará a abandonar el trabajo que tienes. Olvídate de eso y ¡toma el control de nuevo!
Cosas que necesitarás
- Registros
No hay comentarios:
Publicar un comentario