¿Alguna vez has estado hablando con un hombre y notas que sus ojos se quedan fijos en tu busto en lugar de ver tu cara? Es una sensación molesta y lo peor de todo es que hay algunos hombres que son demasiado persistentes haciendo esto. Aquí te damos unos consejos para detenerlos.

Pasos

1

Primero que nada, ten consciencia de lo que llevas puesto. Si estás segura de que tu ropa no tiene un escote muy pronunciado, entonces sigue los siguientes pasos.

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2

Sé directa. Con un tono gracioso dile algo como “Mis ojos están aquí” o “Mi cara está acá arriba”. También puedes decirle algo un poco más serio como “Por favor, mírame a los ojos mientras estamos hablando” o “Preferiría que me miraras a los ojos mientras hablamos”. Ten cuidado de no mostrarte enojada ni ser grosera, sólo hazle saber que quieres que deje de ver tu busto. Luego sonríe un poco y continúa siendo profesional.
3
Usa tu lenguaje corporal. Si te da miedo ser tan directa o has sido directa, pero sin ningún resultado, entonces puedes usar el lenguaje corporal, el cual es muy efectivo, para comunicarle lo que quieres.
- Usa tus manos. Mientras estás hablando usa tus manos para ayudarte a expresar tus ideas. Procura que tus manos bloqueen su visión por unos segundos y luego dirige tus manos hacia tu cara. Sus ojos deberán seguir tus manos y para luego ponerse en contacto con tus ojos. Continúa manejando tus manos para dirigir su mirada hacia tus ojos.
- Toma una carpeta, un sobre o lo que tengas a la mano y tápate tu busto.
- Cruza tus brazos tapando tu busto.
4

Deja de hablar por unos segundos. De esta manera, él notará que dejaste de hablar por alguna razón y dirigirá su mirada a tus ojos. Deje de hablar sólo por el tiempo necesario para que él note que hubo una interrupción en lo que decías y te mire a los ojos, pero no dejes de hablar tanto tiempo como para crear una situación incómoda. Si quieres, puedes decir algo como “¡Ahh, al fin tengo tu atención!” y sonríe para romper el hielo. Un hombre educado se dará cuenta de su error y hará lo posible por no mirarte al busto tan insistentemente. Pero si resulta que él no es un hombre educado, entonces es hora de terminar la conversación.
5
Establece tus límites. Es importante saber distinguir entre una mirada de admiración, la cual es breve y no te hace sentir incómoda, y una mirada perversa e irrespetuosa, la cual ignora tu cara al estar hablando. Por lo tanto es importante que establezcas tus límites:
- Está bien que los hombres miren tu busto brevemente. De hecho, algunas mujeres también lo harán. Acepta que eres bella y que la gente mirará tu busto, pero no permitas que te miren fíjamente con una mirada maliciosa.
- Mirarte brevemente está bien. Pero tocarte nunca está bien.
- Si quieres mostrar un poco de tu ropa interior, no hay problema, pero que quede claro que eso no implica una invitación para que alguien se comporte como un perverso.
- Está bien que corrijas a un hombre que mira tu busto fijamente. Tienes derecho a expresar tu incomodidad y a exigir respeto.
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Consejos

La mejor manera de manejar esta situación es siendo directa. Puede ser una solución incómoda para ambos, pero es la más efectiva.
También podrías dejar una nota anónima a un hombre en la oficina. Podrías decirla algo como “algunas mujeres de la oficina se sienten incómodas al hablar contigo porque te quedas viendo fijamente al busto en lugar de mirar a la cara”. Esto debería ser suficiente para hacerle ver que su conducta está causando molestias y debería corregir sus modales.

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Advertencias

Ten cuidado con un hombre que no le importe mirar fijamente tu busto. En algunos casos podría ser mejor que simplemente evites su presencia en lugar de llamarle la atención para que corrija sus modales. Uno nunca sabe con qué tipo de gente se puede topar.
Procura vestir ropa adecuada a la ocasión. Un vestido o blusa muy escotada no es apropiada para una junta de negocios o un funeral.